El entrenador de fútbol Manolo Preciado ha muerto de un infarto. El técnico, vinculado en los últimos años al Sporting de Gijón, se acababa de comprometer con el Villarreal, con el objetivo de devolverlo a Primera división. Preciado tenía 54 años y ayer mismo había firmado el contrato que lo vinculaba con el equipo valenciano.
Su reto era, una vez más, conseguir el ascenso. El infarto que lo fulminó esta madrugada ha truncado todos sus planes.
Preciado había sido en los últimos años el símbolo del Sporting de Gijón, equipo del que fue destituido a mitad de esta temporada debido a los malos resultados. Sin embargo, su relación con el club asturiano fue siempre de respeto y reconocimiento mutuo. En el Sporting, no en vano, pasó seis temporadas.
La vida personal del entrenador no había sido fácil. La fatalidad lo había golpeado. Perdió a un hijo en un accidente de motocicleta y su esposa murió hace un par de años. Preciado había vuelto a casarse hace pocos meses.
Formado en las categorías inferiores del Racing de Santander, Manuel Preciado desarrolló su carrera como jugador en el club cántabro
Como técnico, Preciado ha dirigido a equipos como Racing de Santander, Levante, Alavés,
Murcia o Sporting de Gijón. En su haber cuenta con 5 ascensos, 2 de ellos a Primera División.
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